Miré su espíritu radiante
que iluminaba todo mi entorno.
Miré cada centímetro de su cuerpo,
su sonrisa, su alegría.
Miré como no me miraba,
pero como yo lo conocía.
Miré como entró en su mundo,
y como el mío se vaciaba.
Y volvía a mirarlo,
y volvía a ignorarme.
Y lo busqué varias veces
intentando una mirada…
Mas, un día lo miré,
y ya no me ignoraba.
Me sonrió,
me reconoció,
me habló,
me miró,
lo intentó,
pero no me amó.
Sofía Gentile
http://www.youtube.com/watch?v=F5VvvVxuKko