Mi amor era el único actor
en ese vano teatro de títeres,
con un público aprendiz de sabio.
Uno solo mirándome y hablándome
de tonterías sin pensarlas.
Y yo amándolo
aún sin conocerlo.
Hasta que su amor
surgió por si solo,
sin que lo llamaran,
y se precipito a salir a escena
sin entender el lenguaje del amor…
solo el de los cuerpos.
Pero igual aceptó mi corazón,
y reconoció mi amor
guiándose por su propio lenguaje…
Mi amor aun es el único que esta presente
En este vano teatro de títeres.